viernes, 23 de marzo de 2012


Sobresalir o morir


Últimamente las calles de Urbania han sido el hábitat natural de el sujeto que escribe estas líneas, no me haré el mártir y diré que el trabajo no me deja llegar a la comodidad de mí casa porque la verdad disfruto las calles ¿y como no hacerlo? La ciudad desde mi punto de vista es un ente con vida propia, siempre en movimiento, siempre cambiando de apariencia, de color y hasta de humor, que decir además de todos los seres que coexistimos en este monstruo a veces como protectores otras veces (la mayoría) como parásitos que succionan y se nutren de la misma.
Entre todo este mar de personas, personalidades y distintos tipos de engendros se vuelve difícil hacerse notar o destacar entre todos los demás, ustedes se preguntaran ¿para que quieres destacar? Y yo les contestare ¿no tengo ni la menor idea? Supongo que el sobresalir es una necesidad más de esas inexplicables que de repente se nos aferran en la cabeza y no nos dejan vivir tranquilos.
Casi toda nuestra vida no la pasamos esforzándonos por ser diferentes lo curiosos es que mientras más lo intentamos más nos mezclamos entre la bola de cangrejos que luchan por sobresalir, esto aplica desde los lamebotas en todos los trabajos hasta el simple idiota que se deshace por ganar seguidores en las redes sociales, aunque esto implique vender su alma al demonio en el proceso.
Guiado como siempre por estos instintos y necesidades inexplicables el ser humano ha desarrollado herramientas, armas para librar esta guerra y sin duda la más importante de todas ellas es la publicidad.
La publicidad sin duda ah sido un reflejo de la creatividad y el empeño que han puesto algunas mentes brillantes y otras no tanto en esta carrera armamentista, pero como siempre (ni modo ya saben que soy muy negativo) hay un punto negro, lo malo en lo bueno y eso deriva muchos problemas secundarios relacionados con este tema, el problema principal es que se ha perdido la profesión de publicista, se ha sustituido o mezclado con muchas otras profesiones y en pocas palabras ahora cualquier cucaracha que tenga un programa de diseño y lo sepa manejar a medias se da el papel de creativo y hace anuncios a diestra y siniestra, dije que ese era el problema principal pero de él se derivan 2 que son los que podemos ver a diario en todas las calles y otro lo podemos ver y escuchar tanto en las calles como en los medios de comunicación.
El primer gran problema con el que me he topado en las calles de Urbania, sobre todo en algunas zonas específicas es la saturación de anuncios en las calles, para muestra un boton, aunque no lo crean tengo el nada saludable y mucho menos inteligente hábito de escribir mientras camino, en una leve descripción de la esquina en que me encuentro les puedo contar que en la pared que se encuentra a mi espalda hay 10 carteles que anuncian una lucha historica entre dos individuos obesos que arriesgaran sus cabelleras al subir al ring, bajo su horrible fotografía hay otros 50 nombres de luchadores que se enfrentaran en peleas preliminares al “gran evento”, otro cartel informa sobre la desaparición y recompensa que se ofrece por un perro perdido de nombre flofy al ver la fotografía del perro no puedo comprender como en vez de buscarlo y hasta ofrecer recompensas no dan gracias a algún dios por haberlo extraviado, un cartel más con gráficos coloridos anuncia un festival musical a realizarse el fin de semana, la verdad me da flojera leer todo lo que tiene escrito, al parecer habrá mas de 30000 bandas este cartel en si podría ser un libro leerlo todo aumentaria el promedio de lectura per capita en el país, hay otro cartel de un grupo de alcoholicos anónimos que ofrece esperanza y solución a los problemas, curiosamente a un costado de esta pared hay una vinateria es de esas coincidencias que da la vida, por cierto la vinateria tiene su anuncio luminoso que en este momento no esta encendido pero imagino que de noche debe ser bastante llamativo. Y ya que dejamos atrás esa pared con sus carteles sigo con mi descripción, en la barda que se encuentra a un lado y no esta tapizado de papeles hay una pinta enorme de un candidato que es “el amigo de todos” los postes de luz tienen algunos de los carteles de nuestra vieja amiga la pared, al igual que la vinatería ya descrita hay anuncios de la fabrica de muebles, del supermercado, de los masajes con calambre, de la tienda de teléfonos celulares y de una pequeña sastrería que no se quiso quedar atrás y en su afán de sobresalir improviso un letrero bastante rudimentario que se eleva orgullosamente a un costado del negocio, con la mirada atravieso la calle y de frente tengo un gran letrero que informa sobre el lote de automóviles en venta, al parecer es día de promoción y al letrero lo acompañan miles de globos de todos los colores y una música estridente que no deja escuchar ni los pensamientos. Para este punto ya enfadado de ver publicidad volteo la mirada hacia arriba buscando un descanso pero para mi desagrado allá en lo alto de los edificios me encuentro con los famosos anuncios espectaculares, uno tras otro hay algunos que ni siquiera se pueden ver en su totalidad debido a que son tapados por el que esta por delante del mismo, mas de la mitad de ellos tienen mujeres sonrientes y atractivas anunciando algún producto que les hace más fácil la vida, sus sonrisas me recuerdan esa cara estúpida que tiene la gente en todas las revistas de sociales de Urbania, el resto de los espectaculares tienen fotografías de algún lugar paradisiaco o algún letrero sobre un fondo amarillo brillante que al “publicista” le pareció creativa.
Toda esta descripción doblada al español para que me entiendan el problema al que me refiero señala una saturación de anuncios en la calle, es aquel montón de cangrejos luchando todos por sobresalir y ahogándose en un mar de esfuerzos, al final de tanto anuncio nuestra atención no se centra en ninguno y la publicidad queda en contaminación visual que es básicamente en lo que se ha convertido en la mayoría de nuestras ciudades, también debemos decir fuerte y claro que gran parte de este problema ha sido propiciado por las autoridades que sin importar el lugar del que hablemos son corruptibles y aceptan vender espacios y dar permisos sin considerar el impacto que se pueda llegar a tener en la ciudad o en la población así es amigos esta contaminación influye en nosotros principalmente en nuestro humor y para muestra un botón, solo de hacer esta descripción ya me siento encabronado.
El segundo problema que se deriva de los “publicistas” improvisados son los cada vez peores anuncios que vemos y escuchamos en los medios de comunicación y es que basta con encender algún aparato y esperar a que se den estas pautas para imaginar que fueron escritas o pensadas por un tipo que tiene daño cerebral y del grave, alguna vez en mis años de estudiante me toco escuchar algo que he corroborado con los años, en aquel momento me dio risa cuando una maestra corrigió a cierto compañero y le dijo “joven, no hay nada peor que algo que fue escrito para ser serio y provoque risa” en la mayoría de los anuncios pasa lo opuesto a esta frase, son todos realizados para buscar el lado cómico de alguna situación, pero terminan por ser patéticos y hasta pesados, estan también los de los candidatos políticos, informes de gobiernos o institucionales de los gobiernos, siempre aclamando sus grandes obras, marcando la diferencia que se ha realizado con su gestión, demostrando la santidad y pureza de su persona tratando de ser como Mickey Mouse, tan tiernos y populares que todo mundo olvide que son unas ratas, aunque como siempre hago la aclaración de que generalizar nunca es bueno, sigo en espera del que compruebe lo contrario, en la televisión además de tener el problema de la saturación (ya lo comente en mi escrito anterior) se tiene también el complejo de las telenovelas, los anuncios ya tienen sus formulas probadas y a falta de consumidores mas exigentes solo resta cambiar el nombre del producto y la modelo vieja por una más joven de esta manera podremos comprobar que desde hace muchos años todos los comerciales de shampoo son presentados por la artista de moda explicando como la actividad propia de su carrera maltrata su cabello dejándolo reseco, pero gracias al nuevo shampoo recupero su brillo y elasticidad (wtf) entonces vemos a la vieja moviendo su cabeza y en cámara lenta el cabello vuela y brilla como ninguno ese es un ejemplo otro puede ser el de los coches nuevos, tenemos una carretera que se ve apacible y tranquila y de repente de una curva sale el coche a toda velocidad, se dan tomas a los detalles interiores, a los rines y se resalta la potencia de su motor (nada que ver con temas sexuales) un elemento que distingue a los que pueden de los que no (una vez más nada que ver con la sexualidad) o el clásico anuncio de llantas en el que un coche pasa sobre una superficie mojada y se frena justo a tiempo para no impactar a otro vehículo o cualquier otra cosa que este en su camino.
No cabe duda de que la publicidad es una herramienta necesaria para nuestros días sea cual sea su origen o motivación es una manera de expresión y en ocasiones puede llegar a la categoría de arte. Pero todo ese arte y creatividad que se imprime en ciertas campañas de publicidad no sirve de nada si se ahoga en un mar de intentos por sobresalir mención aparte para la saturación que tenemos en las calles y que cada día nos deja ver menos el paisaje que se ve cubierto por enormes “cuadros” que contienen obras en su mayoría de muy mala calidad ¿pasa esto en su ciudad o en sus medios? Yo sigo caminando y sigo escribiendo con la esperanza de que esto me lleve a sobresalir o de menos a no estancarme en el mismo lugar. Nos vemos en la calle

Agente 07
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