viernes, 9 de marzo de 2012


De colores



La vida a colores es mejor, por lo menos así reza la frase hay gente que jura que un mundo sin colores sería falto de alegría, no existiría la creatividad y caeríamos en una fatal rutina que a la larga nos llevaría a formar una fila y esperar el turno para aventarnos de un precipicio. Eso es lo que hemos escuchado de los pensadores positivistas, visto en películas y hasta en caricaturas, pero según una investigación realizada por el Centro de Colorimetría de Urbania hay muchos puntos en estas afirmaciones que se pueden discutir, comenzando por el hecho comprobado de que la mayoría de nosotros tenemos esa fatídica rutina y si algún día se formara esa línea para caída libre ahí estaríamos religiosamente formados y esperando el turno (maravillosa metáfora de la vida). Ahora si nos ponemos a hablar de creatividad basta con ver los comentarios de los críticos de cine que se vuelven locos cuando a algún director se le ocurre filmar un fragmento de su película en blanco y negro, ya no se diga si la película es en su totalidad filmada en este formato y si no me creen revisen las últimas premiaciones del Oscar.
Pero esos son puntos obvios e intrascendentes de simple reflexión que un chango en la jungla podría deducir después de un rato de masticar bananas. El problema que en realidad nos ocupa en esta entrega es un poco más de fondo, tiene que ver con la forma en que los colores, bajo ciertas circunstancias y periodos de tiempo, nos arruinan completamente la vida.
Seguramente mas de alguno me tachara de amargado y negativo y tal vez tengan algo de razón pero antes de juzgarme de loco y fatalista denle una leída a estos casos extraídos como siempre de un arduo trabajo de investigación y observación de la fauna. Y saben podría extender ejemplos hasta el infinito, desde la preferencia de los colores de un equipo de fútbol hasta esa discusión que tiene todo recién casado (que no vive en casa ajena) sobre el color que se aplicará en los muros y espacios de su nueva vivienda, todas estas diferencias por pequeñas que parezcan crean en los que se ven involucrados un malestar que se puede comparar con la sensación de asfixia testicular, en otras palabras es bastante desagradable. Pero hay en este mundo de color mis queridos amigos una discusión central, fundamental y universal que nos afecta a todos aunque no estemos involucrados y sin importar la clase social a la que pertenezcamos, y me refiero a cuando los animales de esta ciudad (espero sinceramente que no pase lo mismo en las suyas) toman pintura con un dedo y cruzan su corazón con los colores de su partido político; es importante antes de entrar en detalles y ofender sensibilidades aclarar que no estamos en contra de la diversidad política (ni de ningún tipo) y que somos concientes de que un sistema democrático es lo que mas se acerca a la justicia por lo menos en el nivel de civilización que manejamos actualmente, aunque en lo personal esta última afirmación me ha hecho dudar muchísimo últimamente ya que para que un sistema democrático como el que intentamos tener funcione correctamente se necesita para empezar que los participantes tengan educación y sepan evaluar propuestas y para seguir que los candidatos que se postulen para ser elegidos por el pueblo sean personas preparadas y enteradas de las necesidades de todas las clases sociales, 2 cosas que se escriben fácil pero que en Urbania son totalmente utópicas. 
Pero estoy divagando, les decía que en la ciudad cuando es tiempo de que cada animal porte la bandera de sus colores suceden muchas cosas que afectan a todo el ecosistema, lo primero que podemos notar claramente es que terminan las relaciones y me refiero a todo tipo de relaciones, desde las más simples que a la mejor no afectan a nadie hasta las enormes que nos llevan a todos entre las patas, por ejemplo digamos que un Senador de cierto color esta apoyando un programa para niños enfermos, para ponerle emoción digamos que este programa es llevado a cabo por un organismo de gobierno perteneciente a un color opuesto al que defiende el Senador, no importa que tan avanzado vaya el beneficio, mucho menos importan los niños, comienzan a aparecer las sospechas por parte de ambos lados, pensando que el otro color esta utilizando dicha situación para hacer proselitismo a su favor, se rompe la relación, termina el programa y los niños que no tienen ni siquiera edad para decidir ni saber que colores hay en la política del país quedan sin apoyo una vez más. Quizá es un ejemplo muy dramático y aún no ven en que les puede afectar a ustedes, ahí les va una mas bajita para que la analicen.
Todos en la ciudad utilizamos los botes de basura, las instalaciones de centros recreativos como parques o auditorios, vemos los vehículos del gobierno trabajando con sus logos y colores bien rotulados y hasta los uniformes del personal que trabaja por la sociedad, todo perfectamente combinado con los colores del partido que se encuentre en el poder. No tengo la menor idea de cuanto dinero se gaste el gobierno de esta ciudad en pintar cada bote de basura con sus colores, en pintar canchas, bancas y hasta árboles o en rotular los miles de vehículos que cada día vemos circulando por las venas de Urbania, es material, son horas hombre, es combustible que se quema para que la imagen del gobierno en turno se vea reflejada en cada espacio público, todo hasta aquí perfecto, pero ¿qué pasa si ese alegre y vistoso color no gana las elecciones? Bueno amigos por si no les ha tocado en su ciudad les voy a decir lo que pasa, la primera acción del gobierno entrante es mandar una vez mas a su personal a las calles, armados con brochas y botes de pintura para pintar todo del nuevo color reinante, me dirán que están en su derecho y no se los podré negar, pero si consideramos que esto sucede cada 3 años y si supiéramos la cantidad de dinero que se invierte para cambiar el color de la ciudad ya no nos sonaría tan lógico este cambio. Esta situación si nos afecta a todos ya que es dinero que cada 3 años se gastan de nuestros impuestos.
¿Quieren más? Pónganse a pensar en las políticas públicas que genera cada color que llega al poder, algunas muy buenas, otras no tanto pero todas con la idea de funcionar óptimamente a largo plazo, cosa que muy rara vez se puede apreciar, ya que una vez más si el color no se queda en el trono va para abajo con todo y sus propuestas y políticas públicas, las buenas y las malas todas son eliminadas o completamente adaptadas a otros fines por lo que nunca se llegan a madurar y ahí nos tienen a los ciudadanos adaptándonos a algo cuando cambia el poder y hay que arrancar de ceros; ahora nada es absoluto dicen por ahí y supongan ustedes que llega un nuevo color que esta dispuesto a continuar con un programa exitoso establecido por el anterior color, esto ya significa un gran avance, lo malo del caso es que el color entrante mantiene el programa pero corre a todas las personas que saben operarlo, lo cual nos deja en ceros una vez más, me ha tocado ver escenas patéticas en las que los beneficiarios les tienen que explicar a los funcionarios como funciona el programa, háganme el favor.
Lo cierto es que si nos ponemos a pensar hay millones de ejemplos parecidos a estos que se solucionarían o simplemente no existirían si el mundo fuera en blanco y negro, pero como ya los saben el hubiera no existe por lo que se deben buscar soluciones prácticas para este tipo de problemas, la investigación realizada nos arrojo algunas propuestas tales como utilizar colores estándar para lugares y servicios públicos, firmar convenios de continuidad de políticas públicas y fomentar una carrera de servicio público para personas que demuestren estar preparadas y comprometidas con la ciudad. Desgraciadamente escribiendo estos nobles ideales me siento peor que un mitómano regenerado y me vuelve la pregunta a circular la cabeza ¿cómo sería el mundo si no existieran los colores? ¿En realidad seríamos tan infelices como lo pintan en las películas? Como reflexión de esta investigación me queda la idea de que los colores no se mezclan con el poder y cuando se mezclan traen consigo una serie de eventos desafortunados que desafortunadamente caen sobre la población en general, otra cosa que me queda clara es que las personas que tienen el poder solo distinguen eso y no los colores y revisen el listado de candidatos a ocupar puestos en sus ciudades, les puedo apostar a que más de 3 candidatos de distintos colores no pertenecían al color que ahora juran amar con todo su ser. Sobre la pregunta que ronda mi cabeza pues supongo que nunca sabremos la respuesta lo cierto es que esta investigación me hizo envidiar un poco a mi perro que según dicen los expertos solo puede ver en escala de grises, quizá sea ese el motivo por el que siempre se ve tan contento, tal vez también al igual que todos los demás perros solo vea en escala de poder. Nos vemos en la calle.


Agente 07
Centro de estudios de Colorimetría de Urbania
(ningún color fue lastimado en la realización de este 

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