viernes, 16 de marzo de 2012


Algo salio mal


Desde que se tiene memoria y pienso que aún antes de eso, cuando el hombre dejo de ser chango (según esto dejo de serlo) para ponerse a caminar sobre sus dos patas comenzó también a desarrollar una habilidad que le ha identificado por completo del resto de los animales de la creación, la mayoría de las investigaciones científicas afirman que esta habilidad fue el razonamiento y la capacidad de pensar las cosas aunque esa teoría con el tiempo se ha venido abajo (y mas últimamente) ah quedado claro que el raciocinio y la capacidad de pensar del ser humano, no es muy diferente a la de cualquier otro animal, si tiene hambre come, si tiene sed bebe, si tiene prisa pasa sobre lo que sea para atender su necesidad y así dependiendo de la carencia que lo aqueje como decía, al igual que todos los demás animales.
Pero entonces ¿cuál es esa habilidad que ha distanciado tanto la civilización humana de la de las vacas, perros, pájaros y demás habitantes de este planeta?
Para responder a esta trascendental pregunta y derribar toda duda sobre este proceso de evolución social, el Centro de Evolución Socio-animal de Urbania ah invertido mucho dinero y sudor en tratar de llegar al fondo de esta cuestión y no queremos presumir diciendo que tenemos la verdad absoluta porque ya saben como se ponen los científicos cuando un simple mortal les tumba sus teorías, sufren regresiones a la era prehistórica y solo se calman con una banana en la boca. Debido a este motivo solo presentamos nuestras hipótesis a manera de parábola para que las conozcan los que las deben conocer y los que las contradigan no sientan amenaza alguna contra sus creencias.
Después de tanta justificación les comento sin más rodeos que la habilidad adquirida por el ser humano desde que dejo de trepar árboles (aunque todavía se trepa al guayabo) y que ha permitido que la civilización avance a pasos agigantados no es ni más ni menos que la capacidad de comercializar todo lo que tiene a su alcance.
Desde que las cavernas eran los refugios predilectos de nuestros peludos antecesores y el fuego a diferencia de la televisión era el centro de atracción de las miradas de todos los compañeros de cueva (eso suena bastante raro) hubo un visionario que comenzó a recolectar bichos comestibles, de esos que a todo mundo le encantaban y comenzó a cambiarlos por diferentes bienes, como pieles para cubrirse, piedras filosas para cazar y por mujeres también para quitarse el frío (es que en aquellos tiempo era mucho el frío)
Así este visionario propició que otros comenzaran a hacer lo mismo que él y nació la competencia, se mejoraron los productos a intercambiar y el resto es historia.
Impulsados por ese afán de acaparar bienes para después cambiarlos por mejores productos y servicios los seres humanos descubrieron la sed por el poder y la ambición por ser ese único y poderoso hombre de las cavernas que no tenía competencia y manejaba todas las transacciones de la cueva.
El único detalle es que la cueva creció de manera descomunal y muchos hombres desarrollaron ideas innovadoras, se creo el dinero y el mundo es hoy el desorden que conocemos todos.
Pero dentro de toda esta carrera desenfrenada de intercambiar bienes por bienes y después dinero por bienes hubo un bicho que a su vez revoluciono toda la idea de una manera bastante desagradable. Este bicho decidió venderse a si mismo, es de hecho para muchos un héroe anónimo que sin saberlo dio pie a que se instituyera el que ahora llamamos el oficio más antiguo del mundo, así es al contrario de lo que muchos piensan el primero en prostituirse (nombre que se le dio muchos años después) fue un hombre, no ofrecía servicios sexuales, ofrecía ser un esclavo (aunque todavía no existía ese concepto)  que facilitaba la vida de quién pudiera pagar sus servicios, obviamente si había alguien que pudiera pagar más sin decir adiós a su dueño anterior se iba con el nuevo. No se si puedan captar el giro que este animal le dio a la evolución de la humanidad y la cantidad de cosas que sin saberlo instituyo y dejo para la posteridad, lo cierto es que al igual que sucedió con aquel primer comerciante de bichos, a este lo comenzaron a seguir muchos similares que comenzaron a comercializarse en la sociedad siempre buscando al mejor postor para recibir una buena paga a cambio de sus servicios.
Este tipo de alimañas han sido en muchas ocasiones anónimos en la historia pero decisivos en el desenlace de hechos que han marcado cicatrices en la humanidad, han estado presentes siempre y han recibido muchos nombres, responsables por ejemplo de la caída de los grandes imperios de la antigüedad, ofreciendo sin escrúpulos secretos sobre las debilidades de los grandes ejércitos al parecer invencibles a sus rivales, quienes no tuvieron mas que seguir las indicaciones filtradas por estas alimañas para encontrar esos invisibles puntos débiles y propiciar derrotas que han sido causa de estudios, leyendas y hasta películas. Hay otros que no han sido víctimas del anonimato y son famosos (o mas bien infames) y conocidos en todas las culturas y rincones del mundo, por ejemplo como olvidar a la Malinche de los mexicanos a quién se señala como el arma definitiva utilizada por los conquistadores españoles para dar al traste con la poderosa civilización azteca y hasta con la religión e ideología de todo el pueblo; o díganme si alguno de ustedes no ha escuchado hablar de Judas quién sin pensarlo dos veces y a cambio de 13 monedas vendió a su maestro al que había jurado seguir hasta la mismísima muerte, dicen que la culpa lo llevo a horcarse en un árbol pero estamos seguros de que no fue la culpa sino el arrepentimiento por no haber sacado más provecho a esa oportunidad de negocios. En estos modernos tiempos que nos ha tocado vivir en los que ciudades como Urbania pululan de gente de negocios y los intereses de pocos manejan la vida de muchos, estos seres han encontrado un hábitat ideal para su modus vivendi, ahora en la ciudad son conocidos regularmente como corruptos pero en el fondo no son otra cosa que lo mismo; seres interesados solo en venderse a cambio de lo que ellos consideren un buen beneficio personal, para nuestra desgracia regularmente ocupan puestos públicos en donde brindan privilegios a los que tienen la capacidad de pagar por ellos y se desquitan con los que no tienen medios de hacerlo.
Últimamente no han propiciado la caída de ningún imperio pero si han causado varias crisis y desgracias alrededor del mundo, por ejemplo hay cierto país del que no quiero mencionar su nombre que ha sufrido recientemente accidentes aéreos que han costado la vida de importantes personalidades del gobierno en turno, cuando hablamos de transportes aéreos que llevarán a personalidades de tal nivel nos imaginamos que son aparatos modernos y que son revisados por los mejores mecánicos e ingenieros y así debería de ser pero desgraciadamente para ese país los encargados de contratar a la empresa responsable de cuidar y revisar sus aeronaves son bichos como los que hemos descrito aquí y a cambio de 13 monedas de oro le dieron el cuidado de estos delicados aparatos a una empresa que no es la más responsable que digamos, el resultado se puede leer en los diarios.
Otros países han caído en profundas crisis financieras debido a que los responsables de manejar sus economías han realizado contratos e inversiones inexplicables para la población pero muy razonables para ellos que vinieron a darle en la madre a todo lo demás.
Y así podemos encontrar un millar de ejemplos que se pueden ver reflejados en la caída de imperios, ciudades, poblaciones y hasta familias, estos bichos han utilizado esa habilidad que nos diferencia del resto de los animales y la han degenerado en algo que fríamente se puede llamar comercio pero humanamente no se le puede dar nombre.
Todos en nuestra vida cotidiana nos vemos forzados, algunos de buenas otros de malas a realizar esta habilidad, esta implícita en nuestra naturaleza, en palabras del diablo (extraídas del libro el abogado del diablo) siempre estamos negociando, vendemos todo, desde nuestra imagen hasta nuestros servicios o productos y eso es un factor determinante en nuestra evolución tecnológica y social, lo que no se puede permitir es que a este intercambio de bienes entren nuestras ideologías y nuestros valores, el día que se decidan a comercializar la vida de los demás en beneficio de la propia habrán dado un paso importante en la evolución, se convertirán en seguidores de aquel primer ser que se vendió a si mismo y estarán listos para pasar a las filas de los anónimos de la historia, para bien o para mal esta actividad desde hace mucho tiempo corrompida ha propiciado que nuestras vidas sean como las conocemos, todo avanza en función de ser lo más nuevo, lo mas eficiente, lo mejor, pero ahora que esta investigación nos ha mostrado el tipo de insectos con los que tenemos que negociar a diario, no me parece tan desagradable la evolución social que han tenido las vacas durante todos estos años. Nos vemos en la calle.



Agente 07
Centro de Investigaciones Socio-animales de Urbania
Me quiero volver chango

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