Zonas de tregua
En toda zona de guerra por más
violenta y agitada que sea, siempre debe haber lugares de descanso, lugares en
donde los cansados soldados puedan recostarse un poco, repongan sus energías y
después de estar ahí por un periodo de tiempo (regularmente corto) salgan a
continuar con la batalla con ánimos renovados.
Al igual que en los campos de
batalla (literalmente igual) en Urbania se libra una batalla diaria, a una
determinada hora todos los soldados salen de sus cuarteles con la bayoneta en
la mano y los dientes apretados listos para ganar terreno en la difícil guerra
por la supervivencia diaria, en la que hay que decirlo, todos los días hay
bajas y todos los días hay altas. En esta zona de guerra en la que los soldados
se cansan tanto física como mentalmente después de sus largas jornadas de
trabajo hay también lugares de descanso, de relajación que esperan con las
puertas abiertas a quién decida utilizar sus servicios para dejar atrás la
batalla diaria por un rato y entregarse a las mieles del reposo, estos lugares
además han demostrado ser un negocio muy lucrativo y creciente en la ciudad
pero no queremos hablar de las banalidades que envuelven a estas empresas
humanitarias ya que no pretendemos que sus bondades se vean opacadas por algo tan
vulgar como el dinero.
Estos santuarios del descanso que
proliferan en todos los rincones de Urbania son normalmente conocidos como
Moteles y son una zona de tregua en donde se respira el amor y la paz (entre
muchos otros olores mas) de los soldados que utilizan sus muros para olvidar
por un momento que afuera en las calles hay una guerra esperando pacientemente
su regreso.
Dado a que esta investigación
desde el momento mismo de su concepción causo gran alboroto en nuestros
científicos e incluso causo diferencias ya que curiosamente todos querían
participar en las pruebas de campo, decidimos contratar a una persona ajena
para que realizara la visita correspondiente a varios de estos centros de
relajación, mientras que a nuestros ansiosos y decepcionados investigadores los
pusimos a investigar de fondo el modo de operación y las variables que envuelven a estos lugares.
Decidimos en primer lugar
investigar la estructura de fondo que tienen estos sitios, por lo que
descubrimos que estos mágicos centros de entretenimiento son verdaderos centros
de trabajo ya que como mínimo emplean a 15 personas para llevar a cabo tareas
específicamente asignadas a cada uno de ellos que conforman el equivalente a
una cadena de producción, comenzando con el tipo encargado del mantenimiento,
este ser es un verdadero fantasma ya que pocos usuarios han sido testigos de su
existencia, se mueve en las sombras y nunca notan su presencia (por obvias
razones) es encargado de que la pintura, los jardines y las instalaciones en
general luzcan siempre como nuevas, indispensable para que la imagen del lugar
se mantenga impecable, viene después la encargada de la puerta, siempre esta
detrás de una cámara o de un cristal obscuro y es la que administra la llegada
de los clientes, un verdadero ejemplo a seguir para los hoteles de gran
turismo, esta mujer es rápida y contundente con sus preguntas ¿”habitación
normal o suite”? nada de buenas tardes ni saludos sin sentido, después de tener
la respuesta a su primera pregunta continua con un frío “pase a la habitación 34” y ahí termina su función,
siguiente cliente mismas preguntas, nunca se detiene a platicar ya que el
tiempo es dinero además considerando la situación de sus interlocutores no es
difícil suponer que lo que menos les interesa en ese momento es detenerse a
entablar una conversación, si quieren usar sus lenguas, pero para fines muy
diferentes. Hay que decir que esta personas que se encuentra detrás de la
cámara debe ser de un total profesionalismo y discreción para evitar
comentarios como “ya viene este guey otra vez y ahora trae a otra vieja” o
“esta señora no se da abasto ya es la tercera vez que viene esta semana y con
diferentes tipos” poniéndolo en estos términos y dado a que muchos clientes
pagan con su tarjeta de crédito y de esta manera revelan su identidad, la
persona detrás del vidrio obscuro maneja secretos tan obscuros como su cristal
sobre la vida de muchos habitantes de Urbania es por eso que su profesionalismo
debe ser total.
Están después las cobradoras que
tienen la sencilla función de ir a la habitación recién ocupada y hacerle saber
al cliente la cantidad que debe desembolsar por utilizar las instalaciones,
también amablemente le preguntan si necesita algo de tomar o de comer o quizá
“alguna otra cosa” son un gran apoyo para esas personas que en el calor de las
prisas olvidan comprar “cosas necesarias” para su estancia.
Una vez que el cuarto ha sido
desocupado entran en función las personas que llevan la tarea más ardua del
lugar, el equipo de limpieza integrado por personas con mucha disposición de
servicio y estómagos fuertes, son los encargados de limpiar todo tipo de
fluidos y sustancias utilizadas en las fiestecita así como de recoger (en el
buen sentido, porque en el malo ya se encargaron los clientes) todo lo que haya
quedado tirado o pegado en el suelo, armados con mascarillas y con guantes
entran a la habitación corriendo el mismo riesgo que corren los científicos al
entrar a una incubadora de virus peligrosos, su labor debe ser rápida, entran
limpian cambian las sábanas (o por lo menos las rocían con un desinfectante,
cosa que los clientes jamás deben saber) y reportan que el lugar esta
disponible para recibir a los siguientes visitantes, después de eso pasan a la lavandería
en donde sabanas con manchas rojas, amarillas y hasta cafés (entiéndanse estos
colores según la perversión de sus mentes) son continuamente lavadas y
desinfectadas para estar disponibles de manera inmediata.
Todo en estos lugares esta en
función del tiempo, el tiempo se traduce en dinero, la imagen del Motel también
es muy importante ya que puede ser determinante en la decisión final del
consumidor, el que los clientes queden satisfechos o no podemos decir que
depende de otros factores ajenos al trabajo de estas personas.
Nos quedo claro el accionar de
estos lugares pero teníamos la duda de conocer quién los visita y que horas son
las más concurridas, para eso enviamos a un agente incógnito que con su
maestría en el arte de los disfraces consiguió una posición privilegiada en
donde podía ver a detalle las características de la fauna visitante.
Las estadísticas de un día lunes
fueron las siguientes: total de visitas 30, horario mas concurrido de las 2 de
la tarde a las 4 de la tarde con un total de 15 visitas, curiosamente el
horario que la mayoría de las empresas otorgan a sus empleados para comer
(claro nunca especifican si es para comer un lonche o para comerse a la
compañera más cercana), de las 30 visitas que se realizaron en el 90% de los
casos alguna de las 2 personas portaba un anillo que indicaba compromiso, 2 de
los vehículos que entraron eran tripulados por 3 personas (malditos
afortunados), 1 de los vehículos era tripulado por 4 personas y un perro
(malditos……malditos) los demás eran personas en promedio de 23 hasta los 50
años y el tiempo promedio que duraron dentro fue de una hora con 30 minutos
(dentro de las instalaciones, no vayan a pensar que espiamos a una bola de
superhombres).
Se hizo el mismo ejercicio un día
viernes y resulta que la hora más recurrida fue a las 7 de la noche, la hora de
la salida de la oficina, seguramente muchas juntas se alargaron de más ese día
ya que el número de visitas se incremento en un 200% a comparación del lunes,
las estadísticas que se obtuvieron y las cosas que se vieron dentro de los
vehículos no se publicarán por respeto a nuestros lectores y quedarán solo en
la mente de nuestro investigador y en los oídos de su psicólogo de confianza.
Descubrimos también que hay toda
una fauna que vive indirectamente de estos lugares, como vendedores ambulantes,
oficiales de la policía que aprovechan cualquier anomalía para sacar su mochada,
farmacias clandestinas y personas que por una módica cantidad de dinero se
prestan amablemente a acompañar a las personas solitarias que solo pasaban por
ahí de casualidad.
Mencionamos que la imagen de los
Moteles es fundamental para la elección final del consumidor y es verdad, los
hay desde temáticos en los que el cliente puede elegir el cuarto llamado
“jungla” y colgarse como Tarzan de las lianas y treparse a todos los árboles que
se encuentre por ahí hasta los que manejan una línea seria y “ejecutiva” de
gran elegancia, pero también influye determinantemente en la decisión de los
consumidores el rango de precio y sobre todo la ubicación ya que como todo
negocio que se cierra si esto no se hace en caliente, no se hace.
Finalmente llegamos a la parte
para la cual fue contratado nuestro sujeto anónimo al cual se le siguió desde
el proceso mismo de la invitación a su víctima, quiero decir pareja sucede que
como se dice en el argot “ya se tenían ganas” por lo que el sujeto X se acerco
sutilmente y le pregunto si tenía algún plan para esa noche (noche de viernes)
el tono de voz que manejo y el gesto físico de acercarse a su oído para casi
rozarlo dejo muy en claro sus intenciones, ella con una sonrisa maligna en su
rostro y tratando de mostrar inocencia (cosa que les encanta a las mujeres) respondió
“¿y a donde me vas a llevar?”, la respuesta ya muestra su disponibilidad a
todo, el preguntar ¿A dónde me vas a llevar? Quiere decir que irá a donde la
lleven, la respuesta de X fue “vamos a tomar algo o a algún otro lugar” frase
clásica y elegante “algún otro lugar” es precisamente el lugar que ocupa
nuestro estudio, ella lo voltea a ver con una mirada de “tómame aquí mismo” y
le dice “ok te veo a la salida” acto seguido le da la espalda como mostrando lo
que le espera y se retira caminando con esa sensualidad que solo las mujeres
pueden tener (aunque hay hombre que intentan imitarla y se ven ridículos) hay
que mencionar que toda esta charla se podía haber resumido con palabras frías y
directas, los dos sabían lo que querían ¿Por qué no proponerlo directamente?
Bueno por el simple hecho de que somos inseguros en este sentido y nos gusta
pisar con firmeza para no tropezarnos, hay estudios que indican que las mujeres
que lo proponen si son directas y específicas en lo que quieren, pero también
hay estadísticas que nos dicen que son muy pocas las que se atreven a hacerlo,
ocuparemos toda una investigación al respecto mas adelante. Los eventos que
sucedieron a la salida son muy predecibles, baste decir con que nuestro sujeto
X llego muy rápido al Motel y salio también muy rápido, el con una sonrisa de
oreja a oreja y ella con una cara que decía mas que un discurso de
inconformidad, dando al traste a esta parte de nuestra investigación y dejándonos
como experiencia el dedicarle más tiempo a la selección de personal.
Al final les puedo decir que los
Moteles son negocios que se han visto muy criticados por la sociedad en una
ciudad con la doble moral tan desarrollada como Urbania, quizá las críticas
sean directamente lanzadas por usuarios habituales que podrían ser señalados
por la persona que se encuentra detrás del cristal obscuro o quizá sea el grupo
de hombres o mujeres engañadas que no desean que sus cónyuges tengan lugares en
donde perpetrar sus fechorías olvidando que en la mayoría de las ocasiones son
ellos mismos los que han descuidado a su pareja, lo cierto es que son fuentes
de trabajo que además de dar empleos directos generan economía a su alrededor
por lo que en ese sentido no se les puede criticar y para ponerlo en palabras
acordes a la moral de la ciudad diré que también son un mal necesario, así como
todos necesitamos ir a la estética a cortarnos el pelo o al dentista a que nos
revise los dientes, también todos necesitamos co…. ¿o no? Nos vemos en la
calle.
Agente 07
Centro de investigación
sobre el comportamiento hotelero de Urbania
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