Las 2 Constantes
El ser humano al igual que la
mayoría de los animales que habitan este planeta tiene al nacer una etapa de
total dependencia hacia los demás, no puede caminar, no puede comer, no puede
hacer prácticamente nada por si mismo, esta a merced de los que suceda y su
vida pende de un hilo muy delgado, pero también al igual que todos los
mamíferos y una que otra especie tienen en esa delicada etapa y por el resto de
sus vidas un protector, un súper héroe que se dedica las 24 horas del día a defenderlo
de todas esas inclemencias ante las cuales se podría ver desprotegido, ese
guardaespaldas implacable recibe un nombre clave reconocido a nivel global, el
nombre clave es Madre.
En la bonita y congestionada
ciudad de Urbania se tiene como fecha especialmente dedicada a estos seres de
luz a los que todos les debemos algo muy importante un día marcado en el
calendario como día de las Madres, durante ese día toda la actividad en la
ciudad se modifica, no es un día normal, para comenzar económicamente hablando
es un día excelente para todas las personas que venden flores, globos y
arreglitos cursis con angelitos que cargan letreros con la leyenda “gracias
mamá” pero eso no es todo, también es un buen día para los dueños de
restaurantes, cafés, spas y todo tipo de negocios dedicados a la belleza y
consentimiento de los sentidos y porque no decirlo, se incrementan también en
gran medida las ventas en el departamento de planchas, licuadoras, estufas y
hasta escobas. Podemos decir que es un buen día para el negocio pero también es
un buen día en general para las Madres que a veces se ven olvidadas entre tanto
fulgor de mercadotecnia que inunda esta fecha, ese hijo maldito que a
principios de semana maltrato y le grito a su madre amanece hoy con una rosa en
la mano y con un regalo (plancha) sorpresa, le dice unas palabras bonitas, la
invita a comer y la trata como reina, claro la señora debe aprovechar todo lo
que pueda porque solo un día al año es día de las madres, mañana tendrá que
volver a soportar insultos, limpiar la casa, mandar a los niños a la escuela,
pagar los recibos con dinero mágico que se extiende increíblemente para cubrir
todo y claro estrenar su fabuloso regalo que le dieron con tanto amor para
planchar una montaña de ropa que también le toco lavar en su regalo del año
pasado.
Todo esto nos trae a la cabeza un
sentimiento noble que constantemente expresamos sobre todo cuando se acerca un
día como este que fue creado por la mercadotecnia pero que ataca a las fibras
mas sensibles de nuestro corazón: “El día de las Madres debería ser todos los
días y no solo uno”, que bonito pensamiento, que ideal más noble y que verdad
tan grande, desgraciadamente también es una afirmación idílica para todos los
que vivimos en la euforia de esta ciudad y tal vez sea necesario meternos en
una maquina de hipnosis regresiva para recordar un poco de nuestras vidas y
motivarnos a celebrar en más de una ocasión a nuestra progenitora.
Es por eso que el Instituto de
Regresiones Cognitivas de Urbania se ha prestado para ofrecernos un viaje al
pasado de nuestras vidas, la máquina esta lista, los botones han sido
oprimidos, abrochen sus cinturones que vamos hacia atrás.
Una luz cegadora hace que todo
desaparezca y despertamos en un total silencio y paz, estamos rodeados de
líquido pero extrañamente podemos respirar, quizá retrocedimos un poco más de
los deseado, nos encontramos en el interior de nuestra madre (que bueno que no
retrocedimos lo suficiente para estar en el interior de nuestro padre) se
escucha música en las afueras, es la voz de nuestra madre que nos habla y
podemos sentir como toca su abultada barriga a manera de caricias, todo esta en
paz aquí adentro, lo que no podemos ver es que nuestra madre va en un camión
abarrotado de animales que no seden su lugar a pesar de la condición en que
ella se encuentra, el calor es infernal y los ascos que siente por los olores
que percibe en ese lugar son indescriptibles, esta haciendo su máximo esfuerzo
por soportar, el doctor le ha recomendado no hacer este tipo de viajes pero ¿qué
puede hacer ella? No hay quién la ayude y se siente muy mal debe ir al hospital
porque esta preocupada por nosotros, no sabe que estamos a gusto flotando y sin
ninguna preocupación. Ella ha sacrificado su salud, su imagen y su vanidad (que
era bastante) por nosotros y todo lo que nos llega de eso es su canto y sus
caricias, todo va bien.
Al llegar al hospital el doctor
le informa que será internada ya que hay riesgo en el proceso de parto, le
informan que hay un 50% de posibilidad de que pierda la vida durante el
alumbramiento, ella se llena de miedo pero sin dudarlo le pide al doctor que
nos salve a nosotros, sin pensarlo ha entregado su vida a la suerte por la
seguridad de que estemos bien, después de 8 horas de trabajo de parto y varias
complicaciones podemos ver una luz cegadora y sentimos el tacto de las manos
frías del doctor que se cubre la cara con un pedazo de tela azul, quizá para
que no le reconozcamos después y le odiemos toda la vida por privarnos de ese
lugar mágico en el que estuvimos ya por 9 meses, pensamos que no puede haber
nada mejor que aquello y lloramos estrenando nuestros pulmones y garganta a
manera de protesta contra los culpables pero inmediatamente después sucede algo
increíble, algo que nunca pensamos que pudiera ser posible, nos colocan en
brazos de nuestra madre, la conocemos por primera vez y sentimos sus caricias
en nuestro cuerpo y su beso en nuestra frente, ella logro sobrevivir y luce una
radiante sonrisa y su abrazo es mil veces mejor que el estar en aquel lugar del
que fuimos expulsados, la vida comienza a tener cosas buenas después de todo.
Después de esto viene nuestra
etapa frágil donde la señora en cuestión nos alimenta, nos baña, nos cambia,
nos duerme y no duerme noches enteras porque nuestro llanto no le permite relajarse
ni un segundo, siempre con la guardia arriba, siempre preocupada por nosotros a
veces hasta de más pero nadie mas que el instinto le ha dicho lo que debe hacer
o como comportarse así que no nos podemos quejar.
Nuestra madre debe trabajar para
que podamos comer, ayudada a la vez por su madre que nos cuida como si fuéramos
de ella, se va al trabajo extrañándonos y regresa con la única ilusión de
tenernos en sus brazos de nuevo así pasan algunos años.
Vine entonces una etapa difícil
en la que comenzamos a caminar, a hablar a preguntarnos todo, y comenzamos a
cuestionar lo que nuestra madre nos dice cada día más, influidos por los medios
de comunicación, por los amigos o por las personas que escuchamos en la calle
comenzamos a crearnos una “ideología” que creemos nuestra y que en la mayoría
de las ocasiones va en contra de todo lo que aquella gran señora se ha
esforzado por enseñarnos, entramos entonces en la etapa de la adolescencia,
misma que parece haber sido creada para la confrontación, a nuestra corta edad
pensamos que tenemos la suficiente capacidad para contradecir y ridiculizar a
nuestra Madre, ella fue criada de otra manera (como si nos hubieran creado a
miles de kilómetros de ella otras personas) los amigos se vuelven nuestros
confidentes, nos avergüenza que nos digan “niño de mamá” como si fuera una
ofensa, tenemos la convicción de que mientras mas alejados estemos de nuestra
Madre mejor estaremos, pero apenas estamos en la secundaria, llegamos a casa
con una actitud de malvados y esperamos a que nuestra madre nos tenga lista la
comida, nos quitamos la ropa sucia para que nuestra Madre la lave y nos ponemos
una limpia y perfectamente planchada que ella arreglo para nosotros, después de
comer y ni siquiera recoger nuestro plato de la mesa nos encerramos en nuestro
cuarto y subimos el volumen a nuestra música, ignorando la petición de ayuda
que nos hace nuestra madre en la cocina, ella nos ama y entiende que pasamos
por una etapa difícil ¿Cómo le hace? Es un misterio.
Finalmente llega el día en que terminados
o no nuestros estudios comenzamos a trabajar a ganar nuestro dinero y lo que
sucede es que no damos ni un cinco para ayudar en los gastos de la casa, a
pesar de que seguimos comiendo y durmiendo ahí, a nuestra madre la hemos
convertido en una esclava que al parecer solo esta a la espera de que lleguemos
para hacernos de comer o arreglarnos nuestra ropa, ya ni siquiera platicamos
con ella, le gritamos si vemos que hay algo en desorden en nuestra casa
(¿Cuándo paso a ser nuestra?) y el tiempo que estamos ahí siempre es de mal
humor, el tiempo pasa, conocemos a nuestra pareja, nos casamos y abandonamos
Aquila casa que alguna vez fue nuestro hogar, dejamos de visitar a nuestra
Madre y solo la vemos en ocasiones especiales y cuando por fin el tiempo la alcanza
y se convierte en una anciana que necesita ser cuidada y atendida la dejamos
sola.
Por cuestiones de fallas técnicas
hemos mandado desconectar la máquina de retrospección, la vida que hemos visto
y la forma de tratar a nuestra Madre es lamentable sin duda y si pudiéramos
tener una máquina de adelantar el tiempo estamos seguros de que seríamos los
que más lloraríamos en su funeral arrepentidos por un millón de cosas y
detalles que no tuvimos hacia ella a lo largo de nuestras vidas, por suerte no
la tenemos.
Si lo único que tenemos seguro en
esta vida es la muerte, podemos asegurar también que lo único que tenemos
constante a lo largo de nuestras vidas es el amor de nuestra Madre, no se como
hacen para amarnos después de gritarles, ignorarlas y en muchas ocasiones
maltratarlas físicamente, no se como hacen para amarnos cuando les damos la
espalda, cuando caemos en la cárcel, cuando las decepcionamos pero ellas lo
hacen y a nosotros solo nos alcanza el año para un día llevarlas a comer,
comprarle unas flores y un plancha para que siga con su labor de empleada
domestica sin paga.
Esta es una reflexión dedicada a
los que todavía tenemos esa constante en nuestra vida, es una invitación a
cambiar mientras la otra constante nos lo permita, a propósito del día de las
Madres y especialmente dedicado a la mía digo Gracias. Nos vemos en la Calle.
Agente 07
Eterno niño de Mamá
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