viernes, 10 de febrero de 2012


Como han pasado los años


Hay un fenómeno en Urbania que al igual que en todas las ciudades y me atrevería a decir que en todo el mundo afecta directamente todos los factores de comportamiento de la bola de animales que habitamos las ciudades, por primera vez en ya varias entregas no hablare de un tipo de espécimen en específico (curioso como suenan estas palabras juntas) ya que esto es parejo para todos.
Irónicamente el fenómeno al que me refiero es algo inevitable, no hay quien pueda quedar exento de sufrir sus efectos y sin embargo a pesar de ser inevitable y no tener remedio es una de las grandes preocupaciones que a lo largo de la historia han ayudado a forjar imperios, crear leyendas y destruir hasta a las mas fuertes voluntades en el género humano, este fatídico factor al que me refiero, por entupido que les parezca es el simple y cotidiano paso del tiempo.
Con el conocimiento que adquirimos mientras nos desarrollamos aprendemos a temerle al tiempo, desde que las civilizaciones eran la novedad sobre la faz de la tierra, los efectos del paso del tiempo sobre los humanos eran temidos por todos, los viejos pronto eran relevados de sus cargos y aislados a tareas sin importancia, esto en el mejor de los casos porque en el peor terminaban devorados por algún depredador del que no podían escapar o morían de hambre por no poder cazar ni recolectar su comida.
En nuestros días el terror a este factor viene impulsado por uno de los imperios más poderosos que se hayan forjado en nuestro planeta, este imperio ha conquistado los 5 continentes y logrado victorias que el mismísimo Alejandro Magno envidiaría, me refiero a la industria de la “belleza”.
El ser humano no nace con el temor al paso del tiempo (ni que fuera el pecado original) de hecho hay una etapa de nuestras cortas vidas en la que somos felices no nos pasa jamás por la cabeza el asustarnos por el hecho de que las manecillas del reloj jamás se detienen, la mayoría de nosotros rápidamente lo olvidamos, somos bombardeados durante toda nuestra vida por imágenes de mujeres u hombres jóvenes y de cuerpos atléticos a los cuales no los presentan como la imagen del éxito, mientras que a los viejos siempre los vemos en situaciones decadentes, regularmente para provocar que corran por nuestro rostro las lagrimas de cocodrilo y aflojemos el dinero para alguna obra de caridad. Mientras somos niños el bombardeo planta la semilla del terror, pero es cuando llega la adolescencia que en verdad comienza a nacer esa flor negra, es cuando comenzamos a admirar a esas figuras de éxito, tenemos esos sueños de grandeza y lo más importante es que nos queda bastante claro que la gente de edad avanzada ya solo esta robando el aire que respiramos, son cuerpos que ya piden tierra y a los que seguramente los gusanos ya les están haciendo manifestaciones por su reticencia a volver a la tierra de la cual según el buen libro fueron creados.
Pero ese es solo el inicio de todo esto, estamos hablando de la etapa que comprende los 15 años y hasta los 20, ya tenemos esa mentalidad pero estamos ocupados con la escuela, los amigos, los amores y otro millón de cosas que nos mantienen aún al margen del pánico total, si lo piensas bien es la etapa en la que vivimos libres, aprendemos y definimos lo que será el resto de nuestras vidas, para cuando cumples los 20 tienes la idea de que ya has vivido una eternidad y que nadie te puede enseñar nada, estas en la cima del mundo y aún no sabes porque la gente que camina o maneja por las calles parece llevar tanta prisa.
Después de los 20 años la vida entra en una carrera frenética, el tiempo parece pisar el acelerador a fondo y se te vienen los años volando, 21 terminas la universidad, 22 no encuentras trabajo, 23 consigues tu primer empleo, 24 te aumentan el sueldo, 25 te compras tu primer auto, 26 conoces al amor de tu vida, 27 se casa tu hermano mayor, 28 comienzas con planes de familia, 29 te casas y todo esto ha pasado en un abrir y cerrar de ojos, han sido 10 años, a los 20 pensabas que habías estado en este mundo por eones, ahora a un paso de cambiar el segundo decimal por el tercero te preguntas ¿qué demonios ha pasado? De repente te encuentras frente al espejo y te das cuenta de que mucho de aquel pelo que tenías se ha ido, la panza ha crecido considerablemente, tu humor ya no es el mismo que antes y cuando sonríes tu rostro muestra novedades en cuanto a las líneas que se dibujan en él.
Ahora si el terror completa su circulo, comienzan todas esas preocupaciones, tomas conciencia de la muerte, sabes que según el pronostico de vida de un país tercermundista ya llevas casi la mitad de tu vida.
Aquí es donde entran en función todos esos bombardeos que a lo largo de los años te han arrojado los medios de comunicación, los pacientes vendedores se frotan las manos y no tienen que hacer más que esperar a que decidas que será lo que te ayude a “frenar los efectos del tiempo”
La opción número uno si hablamos del género femenino son las cremas, hay un millón de opciones y cada una ofrece algo distinto aunque en el fondo todas ofrecen lo mismo, la eterna juventud; crema de alas de murciélago para las líneas de expresión, cremas de cola de gato mezcladas con hígado de perro para las ojeras, no pueden faltar las opciones que prometen quitar las manchas de la piel, los lunares, lo moreno, lo feo y lo gordo, hay cremas para lo que gusten y manden y obviamente hay una que se adapta a cada bolsillo, aunque mi humilde opinión es que todas contienen lo mismo, el bombardeo publicitario es tan fuerte que al utilizarlas sientes sus efectos al instante.
Ahora si hablamos del género masculino tenemos una infinidad de aparatos de ejercicios que prometen ponerte tan mamado como el tipo del comercial (que lleva toda su vida haciendo ejercicio) en 2 meses con tan solo 5 minutos al día, la verdad analicen esta promesa y díganme si no es la más increíble que hayan escuchado, carece totalmente de lógica pero siempre viene acompañada de un convincente, resultados comprobados o la devolución de tu dinero, claro como ellos saben perfectamente que eres un huevon que solo lo utilizara 10 veces en lo que dura la euforia de la novedad, tienen todo el fundamento para decirte, disculpe señor pero usted no siguió el plan de trabajo por eso no le sirvió, nunca le dirán la verdad que debería sonar mas o menos así: disculpe señor pero nosotros no tenemos la culpa de que usted crea todas las patrañas que decimos; otro producto exitoso entre los hombres son los tientes para el cabello, a ver esos machos orgullosos que no usan ni por error el color rosa en su atuendo y no lavan ni un solo plato porque eso es trabajo de viejas, los vemos en el baño con su brochita pintándose el cabello porque ya les salieron canas, imagen patética pero sucede y más de lo que se pueden imaginar. Ya después vienen la infinidad de productos para todo tipo de necesidades, que si no se te para, que si no se te baja, que si se te arruga o que si se te esconde, todo con la promesa de que seas joven y vigoroso una vez más, pero claro si tienes 70 años y te quieres ver de 20 pues animo con eso.
Lo cierto es que si nos ponemos a pensar un poco este terror universal es también una idiotez universal, pasamos tanto tiempo preocupándonos por lo inevitable que se nos va la vida en cosas intrascendentes, no disfrutamos a los hijos, a los nietos, a los hermanos a los abuelos, queremos siempre ser los hombres y mujeres perfectos y jóvenes sin darnos cuenta de que en realidad lo somos a nuestra manera, hoy propongo una lucha, una revolución contra ese imperio que nos planta el miedo en la cabeza, hoy les propongo vivir y dejar de preocuparse por el tiempo que los va a alcanzar y los va a rebasar tarde o temprano, los invito a pensar en que por más cremas que se pongan, por más aparatos que compren sepan que los esqueletos no tienen ni piel ni músculo en los huesos. Nos vemos en la calle.


Agente 07
A un día de los terribles 30

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