lunes, 30 de enero de 2012


La reina de la manada.

La soledad es un común denominador en la vida de varias personas que habitan las grandes ciudades, Urbania no es la excepción, irónicamente mientras más grande es la ciudad y más habitantes hay encontramos a más personas aisladas, náufragos en un mar de gente con la que no tienen nada en común (o por lo menos es lo que ellos piensan)
El ser humano es social por naturaleza pero hay un tipo de personas a las que esa naturaleza simplemente no se les da.
Mónica siempre fue una mujer solitaria, aislada por la sociedad debido a su sobrepeso (condición genética) desde la escuela fue esa gordita a la que todos le pedían la tarea pero nadie invitaba a salir, siempre intentó ser parte de coros, clubes de lectura y actividades artísticas pero constantemente se encontraba con la barrera de la sociedad que la etiquetaba y la aislaba, obviamente no era la única pero en sus planes no estaba el formar parte del club de los perdedores así que evitaba estar cerca de los que tenían la misma etiqueta que ella, tenía la esperanza de que algún día la aceptaran, eran simples sueños de juventud. Pero no hay una sola persona en el mundo que pueda vivir sin establecer un vínculo, una relación en la que se sienta correspondida, es como un hilo que nos une a la vida, fue así que Mónica decidió comenzar una relación interracial.
No se vayan por otro lado, no me refiero que se haya conseguido a un afroamericano o a un oriental, lo que hizo nuestra chica solitaria fue algo tan simple como comprarse  un perro. Desde el primer momento que lo llevó a su casa supo que esa había sido la mejor decisión de su vida, el perro la veía con amor, la respetaba, la admiraba y le prestaba toda la atención de la que había carecido todos los años de su vida. De inmediato sus compañeros de escuela notaron un cambio en la actitud de la gordita que les hacía las tareas, habían perdido su ventaja ante ella, la manera más fácil de conseguir que trabajara para ellos era abusar de las ganas que tenía de ser aceptada todos sabían como lograr lo que quisieran con ella (académicamente hablando por supuesto) era su punto débil pero ahora lo había perdido, no tenía ni siquiera la intención de dirigirles la palabra Mónica había cambiado, se había convertido en la líder de su recién inaugurada manada y eso la hacía sentir muy bien.
Hay un dicho que reza de la siguiente manera; dale poder a quién nunca lo ha tenido y perderá el control, como la mayoría de las frases utilizadas por las abuelas está tiene toda la razón, el cambio fue en todos los aspectos Mónica incluso comenzó a perder peso, en parte por las largas caminatas que daba junto a su perro y en otra parte porque había decidido cambiar su aspecto, algo oscuro comenzó a crecer en ella mientras aumentaba su amor por los perros aumentaba también un odio profundo por los hombre y la sociedad en general, misma que siempre la había rechazado por el simple hecho de ser como era. Dejo atrás la escuela y se convirtió en una soltera solitaria, rentaba un departamento y dejo de tener contacto con su familia de manera casi instantánea.
De la mano (o mas bien de la pata) de experimentar lo que era el amor, llego a ella la curiosidad por el sexo, no es que nunca la hubiera tenido, incluso en una ocasión se había comprado un dildo en una sex shop cercana a su casa el cual utilizó solo una vez ya que descubrió que necesitaba algo más y no me refiero al tamaño sino a tener un compañero, con la notoria perdida de peso que tuvo, comenzaron a llegar las tan anheladas invitaciones por parte de algunos compañeros que la consideraban atractiva, no tardo mucho en aceptar una de estas invitaciones, se imaginarán cual era la intención de esa cena y de esa larga caminata por el parque, pero el cazador que suponía que todo le estaba saliendo a la perfección no sabía que en realidad era la presa.
Mónica fue con el a un motel de lo mas corriente y barato de la ciudad y por fin tuvo a su compañero de juegos, sin embargo descubrió que no era eso lo que en realidad estaba buscando, después de media hora de fingir placer y complacer al desagradable bastardo con el que se revolcaba, volvió a su casa decepcionada pero su corazón se alegro cuando al abrir la puerta su adorado can la esperaba con unas ansias locas de ser abrazado y acariciado, eso alegro su noche, se fue a la cama, no sin antes darse un baño para limpiarse la conciencia de lo que acababa de hacer, seco su cabello, y esa noche decidió dormir desnuda, como siempre su perro estaba con ella en la cama, se sentía completa al abrazarlo y sentir su tranquila respiración a su lado, Mónica no podía dormir, tenía el desagradable recuerdo de lo acontecido horas antes, no podía haber estado más equivocada, tal vez había escogido mal al compañero lo cierto es que la frustración de tener un encuentro sexual y no encontrar en el ninguna satisfacción rondaba su cabeza, fue cuando en un movimiento del destino su perro de manera instintiva movió su cabeza y su hocico quedo justamente a la altura de sus desnudos senos, fue indescriptible la excitación que sintió con solo recibir la caliente respiración del animal en su pecho, no quiero entrar en detalles, solo les diré que Mónica supo al instante que había encontrado a su compañero, siempre lo había tenido ahí el único que le había dado amor incondicional, el único que siempre la había aceptado y nunca la había juzgado aquí si comenzó la relación literalmente interracial y después de un intenso orgasmo por fin pudo dormir.
Ahora los hombre eran seres inferiores, Mónica compro otro perro (amante) y su vida era plena, todo giraba en torno a los caninos en su trabajo se le veía como una secretaria eficiente pero muy distante, enfocada solo al trabajo y sin la menor intención de formar algún otro vínculo con sus compañeros, las únicas ocasiones en las que se interesaba por entablar una conversación era cuando el tema de esta era las mascotas.
Ahora el poder que sentía sobre su manada era total, ella era la reina y sus súbditos estaban dispuestos a hacer todo lo que ella ordenara, no tardo mucho en incrementar su manda 2 perros más, la situación se estaba volviendo insostenible, las quejas de los vecinos por el olor y los ladridos eran constantes Mónica comenzó a ver grandes deficiencias en su economía debido a las grandes cantidades de dinero que destinaba a sus mascotas, en su trabajo las cosas no eran mejores, ella comenzó a llevar su autoridad a todos los aspectos de su vida al grado de que cierto día tuvo una grave discusión con su jefe y fue despedida, no tenía trabajo, estaban a punto de correrla de su departamento pero aún así era feliz con sus perros, ellos la complacían y la hacían sentir parte de una sociedad diferente, una sociedad en la que podía ser ella sin tener que dar explicaciones a nadie, pero toda sociedad necesita orden, reglas y estabilidad porque de otra manera la anarquía y el caos pueden llegar a apoderarse de ella.
Después de un mes de estar sin trabajo la situación era crítica, Mónica ya debía 2 meses de renta y tenia 10 días para desocupar el departamento, su estado mental era frágil, hablaba con los perros como si fueran personas y en ocasiones estaba segura de que recibía respuestas, el hambre comenzó a ser su principal problema, los perros se volvieron agresivos, acostumbrados a tener siempre comida en exceso ahora estaban obligados a buscar y pelear por su comida, Mónica fue echada a la calle y adopto como nueva vivienda un contenedor de basura que estaba en un callejón cercano al edificio de departamentos que había sido su castillo, el reino estaba en ruinas, la reina había perdido la cabeza y los súbditos se revelaban, incluso ya había recibido algunas mordidas en una de sus sesiones de “amor” motivadas siempre por algún aderezo de agradable sabor para los caninos.
El ser humano es social por naturaleza, depende mucho de las relaciones y vínculos que se puedan formar con otros para que la estabilidad emocional, mental y hasta económica se mantenga, curiosamente como lo mencione al inicio de esta historia parece que mientras más personas vivimos juntas en un pequeño espacio de terreno como lo son las ciudades, el aislamiento entre nosotros es mayor, es fácil dejarse de interesar por esa persona que vive a un lado, es fácil no preocuparse por lo problemas de los demás siempre y cuando no me afecten a mi es aún más fácil no enterarse de historias oscuras que suceden a la vuelta de nuestras casa y vivir nuestras perfectas vidas en una isla solitaria.
El cuerpo de Mónica fue encontrado una mañana lluviosa por un indigente que visitaba el contenedor de basura en donde solía pasar las noches, había un hilo de sangre que se mezclaba con la corriente que se formaba en la calle, lo que descubrió la policía al llegar fue desastroso, era el cuerpo desnudo de una mujer joven, al parecer presentaba varias mordidas realizadas por perros en todo su cuerpo, la causa de la muerte, perdida excesiva de sangre, lo que la autopsia revelo fue escalofriante para todos los que estuvieron presentes, nadie pudo reconocer la identidad de aquella pervertida sexual, al parecer siempre había vivido en las calles, no tenía familia ni amigos y había sido atacada por una manada de perros callejeros y extremadamente hambrientos a los que había que encontrar antes de que atacaran otra vez. El reino había caído, la soledad gano otra batalla más en Urbania y los vecinos del edificio de departamentos que se encontraba a unos cuantos pasos de ahí ni siquiera se dieron cuenta de lo sucedido, el amor duele y en ocasiones cuando es tan intenso como el de Mónica por sus perros, puede matar. Nos vemos en la calle.







Agente 07
Centro de Investigaciones sobre relaciones extrañas de Urbania

No hay comentarios:

Publicar un comentario