No tiene la culpa el indio
Que fácil es culpar a los demás
de nuestros propios errores, de eso no cabe la menor de las dudas y más aún en
una ciudad como Urbania en donde lo primero que nos enseñan en casa, en la
escuela y en la calle es que la fuente de todos nuestros problemas no somos
nosotros sino los que nos gobiernan.
La cultura del famoso “papá
Gobierno” es la que reina en esta ciudad y es un escape perfecto para ocultar
nuestras responsabilidades y estupideces, junto con la “mala suerte” el gobierno
es la excusa perfecta para explicar situaciones increíbles que de pensarse un
poco más nos sonarían como totalmente ilógicas.
Investigando un poco de fondo
esta tradición arraigada hemos identificado que hay un sin número de problemas
que se le achacan al Gobierno y que de ser resueltos aclararían en gran medida
el panorama de la sociedad y elevarían el nivel de vida de todos los habitantes
de Urbania.
Antes de presentar un resumen de
algunos problemas identificados quiero hacer la aclaración de que no estoy
diciendo que el Gobierno sea la perfección
o que no tenga parte de la culpa, es indudable que la corrupción y el
descuido que se ha tenido por parte de las personas que se encuentran en el
poder en muchos temas que efectivamente afectan directamente a los ciudadanos
sin deberla ni temerla es enorme, pero es precisamente por la falta de
capacidad e interés que sabemos que tienen estas personas la razón por la cual
es un error del tamaño del mundo pretender que sean ellos quién nos resuelvan
la vida.
La investigación corrió en varios
ámbitos que como podrán leer a continuación son medulares en cuanto al
desarrollo social y económico se refiere.
Y comenzando en el seno mismo de
la sociedad abordamos el problema de la sobrepoblación, la justificación que se
da a este problema es que el Gobierno no ha implementado una educación sexual
efectiva ni ha tenido un programa de control de natalidad adecuado (llámese
repartir condones, regalar pastillas, promover las cirugías o el aborto) lo
cierto es que este es un tema delicado ya que por cuestiones de religión,
tradición o convicción no se puede intervenir directamente en la decisión de
las personas sobre la cantidad de hijos que se debería tener, “los hijos que
Dios te mande” así dicen las madres a sus hijas cuando se casan, pero no les
dicen que Dios también les dio un sentido común y les dio inteligencia para
saber que si traen a 7 hijos será muy difícil mantenerlos y sacarlos adelante,
mas aún si la mamá trabaja como mesera en un bar de mala muerte y el papá se
dedica a la fabricación de ladrillos, no tienen casa ni terreno propio y viven
en un predio donde se establecieron como paracaidistas y construyeron su “casa”
con desperdicios de otras construcciones y después claro cuando los niños
tienen hambre o frío es el maldito y malvado Gobierno el que no les da de comer
ni les da una cobija para taparse el frío. Y el problema no solo se enfoca en
la clase social baja ¿Qué me dicen de la niña rica que de repente sale
embarazada a sus 13 años? Los padres se quejan amargamente de que en la escuela
no le hablaron de sexo ni le dijeron como cuidarse y ahora por su culpa la vida
de su niña se ha arruinado, pero no reconocen que ellos jamás le prestaron
atención a la educación que recibía su hija, el papá se la pasa trabajando todo
el día y en la noche ya no quiere saber nada, la mamá se la pasa con sus amigas
y en el shoping y nunca platica con su hija quién incluso un tema tan delicado
como su primera menstruación la tuvo que platicar con la empleada domestica,
malditos maestros y escuela tan cara ¿de que sirve pagar tanto dinero si no
educan bien a nuestra hija? La culpa no es de ellos, ni siquiera sabían que su
hija se interesaba por los chicos, después se interesan, después investigan,
después ya no sirve de nada.
La violencia es otro tema que
tiene a la ciudad de rodillas, en las noticias podemos ver a sicarios y
asesinos cada vez más jóvenes que sin la menor de las preocupaciones aprietan
el gatillo para volarle la cabeza a sus semejantes pero ¿de donde salieron esos
asesinos? No se abrió una grieta en la tierra y brincaron directamente del
infierno ¿o si? Salieron de nuestra sociedad, fueron niños, tal vez
maltratados, tal vez ignorados a los que siempre se les inculco la violencia
como respuesta a todo, hijos de padres que nunca se interesaron por ellos y
solo les compraban cosas y les daban dinero para sustituir a los regaños y la
atención, evadir la responsabilidad, hijos de padres que se dieron cuenta que
vendían droga e incluso que tenían un arma escondida en su recamara y nunca le
dijeron nada porque “era un buen muchacho que ayudaba con los gastos de la
casa” pero eso si, cuando su angelito cae preso “injustamente” o es encontrado
muerto con un orificio en su cráneo ahí si es hora de organizar marchas por la
paz y exigirle al gobierno que solucione la violencia, que haga justicia por su
hijo, que cosa más irónica es ver a gente que promueve la violencia marchando
por la paz, es como pedir que acaben con la violencia de un tiro en la cabeza.
Otra queja recurrente que
escuchamos a diario es que no hay empleos, que la economía esta muy mal y que a
la ciudad se la esta cargando la chingada, pero ahí esta el montón de personas
rascándose las partes mas blandas de sus cuerpos en vez de salir a buscar algo,
en vez de poner un negocio u ofrecer algún servicio, total, con lo que gana su
esposa le alcanza para sus cervezas no necesita más, al cabo mis papás me
mantienen ¿para qué quiero trabajar? Nos quejamos de que nuestro trabajo es mal
pagado pero olvidamos que dejamos los estudios y la preparación por ese
maravilloso empleo que nos parecía suficiente en aquel momento, “es que el
gobierno no genera empleos” frase que tiene su dosis de verdad, pero los pocos
empleos que se generan son despreciados por su alta exigencia en cuanto a
horarios y bajos sueldos, queremos hacer poco y ganar mucho y si no me creen
visiten algún cruce de avenidas de la ciudad, verán en todos ellos sin
excepción a jóvenes limpiando vidrios o simplemente estirando la mano para
pedir dinero a los automovilistas y con ese trabajo sacar lo del día de hoy,
mañana Dios dirá.
También el gobierno maldito nos
arruina la vida con el tráfico que hay en la ciudad, “es que no han
implementado un servicio de transporte público adecuado, es que deben hacer un
segundo piso al periférico, es que deben hacer otro puente, otro paso a
desnivel” pero la sociedad es víctima de nada tiene la culpa, pedimos que se
implemente un nuevo transporte público pero no lo utilizamos, claro lo promuevo
para los demás pero yo viajo en mi coche, que me dejen la calle para mi solito,
cuando se propone el nuevo sistema de transporte y no es de nuestro agrado, hay
que hablar, manifestarnos y no dejar que el Gobierno haga ese transporte que ni
siquiera vamos a utilizar, lo mismo sucede con las obras públicas, si van a
construir un paso a desnivel en la zona donde vivimos o por donde siempre
pasamos, nos prendemos como el fuego y salimos a la calle con pancartas y
realizamos plantones en la zona para cuidar al árbol que vive ahí y que será
injustamente talado o abogamos por los comerciantes de la zona que se verán
afectados, aunque en realidad eso no nos importe. Y fuera de eso pregúntate
¿Cuál es la actitud que tienes al manejar? Si va lento el tráfico pues te subes
a la banqueta y le das por ahí, le pitas a todo mundo, das vueltas prohibidas,
inauguras un carril por el acotamiento peatonal, te pasas la luz roja y quedas
a media calle tapando a todos los demás, te metes en la fila para dar vuelta
etc, millar de acciones que provocan que todo sea aún más lento, pero si te
“atrapa” algún agente vial haciendo alguno de tus numeritos te indignas y
platicas a tus amigos que el perro tránsito te multo y además de eso te quería
sacar para el refresco.
Ahora vamos al terreno de los
desastres naturales en los que vemos a personas que decidieron que era buena
construir sus viviendas sobre el cause de un río, en una zona de deslaves, en
una zona de inundaciones o sobre una grieta que se estaba abriendo en la
tierra, en todos los casos es cuestión de paciencia, esperar a que suceda lo
que todo mundo sabe que va a suceder, crece el río, se deslava la colina, se
inunda la zona, se abre la tierra y su casa junto con todas sus pertenencias se
pierden, lo que sigue es una marcha o un escrito a los Gobernantes no pidiéndoles
sino exigiéndoles la reparación de los daños o la construcción de una vivienda
nueva fuera de cualquier área de peligro.
Hay infinidad de ejemplos sobre
situaciones que han pasado y que han sido verdaderas tragedias (la basura, los
incendios, la falta de agua) que se podían haber evitado con el simple sentido
común y al final se le atañen al gobierno, repito no dejo de reconocer que
tienen su nivel de responsabilidad pero no podemos ir por la vida culpándolos
de todo.
Las conclusiones finales de la investigación
nos llevan a ver que en la práctica muchas cosas serían mejores si utilizáramos
solo un poco nuestro cerebro para pensar dos veces antes de actuar, la verdad
de las cosas es que si la sociedad no funciona y no respeta las normas, jamás
se tendrá un gobierno funcional ni respetuoso, nos falta ver el otro extremo,
nos falta preguntarnos que tipo de sociedad somos y si realmente un Gobierno
puede cambiar esas actitudes, nos falta criticarnos mucho más y cortar ese
cordón umbilical que nos lleva a justificar nuestros fracasos culpando a otros.
Nos vemos en la calle.
Agente 07
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