La ciudad de la triste figura
La congruencia se ha convertido
en un misterio de la vida cotidiana en las calles de Urbania, tan misteriosa
que no se me ocurren adjetivos para describirla ¿Qué es? un don, una posesión,
algo inherente o ya de plano algo inexistente, últimamente y ante muchos
eventos relacionados con la vida publica de esta ciudad me inclinaría por el
último elemento que mencioné en la lista, imagino que de llegar a caminar por
aquellos enormes prados ubicados “en algún lugar de La Mancha ” no tardaríamos
mucho en ser atacados por “el caballero de la triste figura” que dentro de toda
su locura inexistente nos reclamaría sin dudas nuestra falta de principios y
nuestro mucho lamebotismo (por no decir huevismo).
Alguna vez hace ya varios años
escuche a un tipo intelectualoide, de esos sujetos que al verlos instantáneamente
se van a tus bolas, declarando apasionadamente que la sociedad había perdido
sus ideales, “nadie tiene una causa fija” decía aquel hombre cuyas palabras no
me significaron nada.
Lo curioso de esta anécdota es
que el día de hoy después de varios años de observación y de abrir un poco mas
los ojos hacia lo que sucede en las calles de esta ciudad me encuentro con la
sorpresa de que estoy totalmente de acuerdo con aquel despreciable personaje,
por lo que imagino que para varios de los que leen esto seré igual de
despreciable y estaré de manera inmediata causándoles malestar en su
entrepierna, pero con todo y ese riesgo de molestarles un poco quiero
exponerles mi pensar, creo que Don Quijote no estaba del todo loco y que mas
bien al igual que aquel sujeto de la televisión era un pensador incomprendido y
en las siguientes líneas les explico el porque.
Como siempre me gusta expresar
mis ideas en teorías que se quedan sin fundamento pero eso si que tienen varias
horas de pensamiento detrás de ellas (de investigación no, por el momento
realizamos un recorte de personal, ya sabe la crisis esta cabrona) y mi teoría
de la falta de ideales en estos tiempos se relaciona directamente con el propósito
de las generaciones.
A nuestros padres y abuelos les
toco vivir en días distintos, en los que revelarse ante sus padres, pelear por
la paz mundial y ser los primeros en algo eran objetivos muy al alcance de la
mano de todos, entonces había movimientos sociales importantes, amor y paz para
todos, tierra y libertad, el socialismo cabalgaba en la mente de todo joven que
fumaba mariguana, se metía ácidos y soñaba con un mundo colorido en el cual
todos cantaban tomados de la mano y formando un circulo alrededor del mundo,
algo así como los pinches monitos diabolicos de la atracción de Disney “que
pequeño el mundo es” (si no han visitado ese lugar hagan como yo, búsquenlo en
youtube) todos querían un mundo amigable y mejor, el problema fue que esta idea
se les metió tanto en la cabeza, apoyada por la propaganda de los gobiernos que
tuvo una explosión nuclear en los 70as y 80as con sus bonitos carteles de personas
sonrientes que dictaban los roles de cada mono en la sociedad, el papá con su
cara de idiota y un traje chafa subiéndose al coche, despidiéndose con una mano
y con un maletín en la otra, en la puerta la señora con su melena corta,
vestido de bolitas y mandil despidiéndose alegremente de él y apoyando sus
manos sobre su regordete hijo de mejillas rosadas y peinado de libro abierto,
cargando su mochila y listo para ir a estudiar (chequen el video de Black hole
sun para que se den una idea) como decía fue tal el efecto de este bombardeo
que todos se empeñaron en llegar a ser
como esas imágenes, sin importar el tiempo que el sonriente papá se la pasara
en la oficina trabajando como burro ni mucho menos los sacrificios de la mamá
por mantener la apariencia de que en su casa no hacía falta nada, la alegre
pareja estaba convencida de su objetivo, sabían lo que querían y creían poder
lograrlo, el pequeño detalle se centra en el regordete muñeco de las mejillas
rosadas, en realidad esa nueva generación no recibió el bombardeo del mundo
colorido y amistoso, no compartía los mismos objetivos que sus padres, no
conoció ni le interesaba conocer los movimientos sociales ni los motivos por
los cuales se dieron, la imagen ideológica del Che Guevara que tantas masas
movió en su momento paso a ser un icono perteneciente a la cultura urbana que
hace que se vean “chidas” las gorras, al crecer con la idea de que nada debía
faltar en la casa y si faltaba nadie se debía enterar el mensaje fue mas que
claro, para nuestra generación todos los ideales y objetivos se convirtieron en
uno solo: Dinero. (nota mental: no considero al Che un ejemplo a seguir sino un
ejemplo ilustrativo para este caso)
En base a ese solo y simple
objetivo todo lo demás fue perdiendo valor, lo que en otros tiempos era
inconcebible que se diera en la sociedad comenzó a ganar terreno y a
convertirse en cotidianeidad y hasta en negocio.
Y entonces comenzó a preocupar a
algunos observadores que como aquel chango que me molesto tanto en la
televisión, comenzaron a pegar de gritos alertando a los 4 vientos sobre la
perdida de ideales, “olvidamos a Don Quijote, Olvidamos al Che Guevara, ya no
existe ese loco que se pare frente a los tanques para evitar su paso, no más
Gandhi y su resistencia pacífica” todo eso alegaba con furia aquel personaje
que parecía ser el último de los mohicanos luchando contra todo el sistema el
solito, tratando de cambiar el mundo y hacer que la gente abriera los ojos.
Lo peor del caso es que ahora
después de estos años en los que por fin he llegado a coincidir con todo lo que
ese sabio merolico gritaba por la señal electrónica resulta que lo vi una vez
más en la televisión solo que ahora nuestro idealista muchacho vestía un
elegante traje de diseñador, ostentaba un poderoso cargo público y enfrentaba
una terrible acusación por desvío de recursos públicos, lavado de dinero y
nexos con el crimen organizado.
Fue entonces cuando la palabra
congruencia y todos sus misterios vinieron a mi cabeza, ¿Cómo puedes un día
defender a capa y espada una ideología y al día siguiente rendirte por unas
monedas? Si entiendo que hay que comer pero ¿Dónde queda nuestra esencia como
seres humanos? Me puse a pensar entonces en todas las veces que hasta en las
cosas más simples cambiamos de opinión radicalmente en aras de nuestra propia
conveniencia, en aras de obtener nuestro objetivo y de llegar a cumplir nuestra
ideología, ser ricos y poderosos sin importar como, sin importar donde o sobre
quién se tenga que pasar, sin tener datos duros me pongo a pensar cuantos de
los que han logrado el “éxito” monetario han traicionado su propia manera de
pensar y traicionado a los que creían en ellos y lo que es peor, me pongo a
pensar a cuantos de nosotros nos importa que hayan hecho eso y cuantos
estaríamos dispuestos a hacer lo mismo o hasta más por llegar a donde ellos
están.
Pensar en estas cifras la verdad
que da miedo, en primer lugar porque basándome en estos hechos quedan muy pocas
personas en las cuales podemos confiar, en segundo lugar porque si este
continua siendo nuestro único ideal la congruencia continuará siendo un
misterio y en tercer lugar que mas que miedo me horroriza es el pensar que si
hace años odie a ese tipo de la televisión y hoy coincido con lo que decía en
aquellos días quiere decir que me lleva años de ventaja y que es muy probable
que termine escribiendo libros de superación personal o guiones para
infomerciales chafas que pasen a las 3 de la mañana en pos de cumplir mi
objetivo, no tengo la menor duda de que en algún lugar de La Mancha hay alguien que
vomitaría al escuchar nuestra historia. Nos Vemos en la calle.
Agente 07
Buscando motivos
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