jueves, 11 de octubre de 2012

fait

Dogmas de fe


Muchas veces platicando con algunos conocidos que tengo que de repente se meten muy profundo en temas psicológicos y en análisis de la mente humana (si, también tengo amigos de esos); me han mencionado sobre la predisposición que tenemos los seres humanos para realizar cualquier acto por más terrible que parezca, la culpa de nuestros padres por enseñarnos o predisponernos a hacer alguna cosa o actuar de alguna manera mediante a las costumbres que nos inculcaron de niños, así pues en base a la teoría humanista de las cosas le podemos encontrar respuesta a una gran cantidad de sucesos que pasan en nuestras ciudades de manera cotidiana.
Debo mencionar que no soy un psicólogo y seguramente en estas lineas pasadas ya metí mas de una pata en hablar sobre teorías de las que desconozco casi en su totalidad, bueno recuerden que solo estoy parafraseando conversaciones, para resumirlo de una manera que todos lo podamos entender les menciono que en base a estos estudios la totalidad de los seres humanos ya tiene lavado el cerebro para cuando alcanza una edad suficientemente madura como para enfrentarse al mundo que le espera afuera por si solo, es inevitable evitar este lavado ya que tanto nuestros padres como los omnipresentes medios de comunicación trabajan todos los días sin descanso por convertirnos en una manchita más dentro de la sociedad, no me malinterpreten, no estoy diciendo que los padres son algo malo en nuestras vidas, nadie nos enseña a educar a un hijo y además ellos a su vez también fueron trabajados por sus padres en una cadena interminable que se remonta hasta los tiempos del chango pelotudo.
Pensando y regurgitando todas esas conversaciones que tuve con mis amigos conocedores me sorprendí caminando de nuevo por las calles de Urbania, supongo que la gente de mis rumbos ya me debe tener identificado como "ese loco que solo camina sin sentido y observa a la gente" pero es bueno que ya me acepten como inmobiliario de su paisaje citadino; caminaba pues por las avenidas cuando pase por una tienda que se dedica a vender productos de los conocidos como "maravilla" si no sabes de que te estoy hablando, basta con que enciendas tu televisor (en una de esas noches de insomnio) por la madrugada cualquier día de la semana y te quedará bastante claro. La tienda tenía un constante flujo de visitantes que se llevaban los mas variados productos y lo primero que me vino a la mente fue la lógica pregunta ¿porqué compran esa basura? y la respuesta a la que llegue después de pensarlo mucho la estoy tratando de plasmar en estas lineas para compartirla con ustedes.
Como si se tratara de algo natural realice un viaje astral (sin necesidad de estupefacientes) a cierto día en específico de mi niñez, de repente me encontraba sentado en mi pupitre de madera, dentro del salón de clases en el segundo grado de la escuela primaria, el colegio pertenecía a una orden de religiosos y por ende se nos impartía la clase de religión. A esa temprana edad cuando el trabajo de lavado no ha terminado del todo aún y la curiosidad es algo natural en los niños, las preguntas sobre esas cosas inexplicables que rodean a todas las religiones atacaban constantemente al profesor el cual regularmente contestaba con facilidad y "enorme" sabiduría, pero siempre hay un niño (yo no) que lanza esa pregunta fatal, clave y difícil de responder que pone a todo el grupo a cuestionar lo mismo y a poner esa mirada inquisitiva dirigida al profesor esperando la acertada e indudable respuesta de su parte que como de costumbre los dejara sin ninguna duda; sin embargo el profesor se veía distinto en esta ocasión, una gota de sudor corría por su frente y su rostro se torno de un color pálido, sabía que de responder equivocadamente a esa pregunta podría plantar una duda perpetua en la cabeza de todos sus alumnos, finalmente fue en ese momento cuando escuche las palabras que titulan este escrito por primera vez en mi vida; el profesor retomo su color y con toda la confianza que le caracterizaba siempre nos dijo "niños ese es un dogma de fe" "¿un queeeeeee?" nos explico pues que un dogma de fe es algo que se debe creer sin cuestionar ya que la explicación exacta de ese misterio no la entenderían las mentes humanas. Come se imaginarán estas palabras fueron un recurrente de los profesores cada que surgía alguna pregunta complicada. 
Regrese de repente de mi viaje astral y me encontraba de nuevo frente a aquella tienda y sus fieles clientes entrando y saliendo contentos con sus productos que solucionarían ese problema que tanto les aqueja su vida.
Dogmas de fe dije en voz alta y seguí con mi camino. Las religiones serían un campo muy obvio para analizar estas palabras, todas las religiones tienen sus dogmas sobre los cuales no se discute y es valido ya que cada quién es libre de creer en lo que le plazca (o en lo que le enseñaron a creer) es por eso que me da risa escuchar a personas que indignadas e incluso enojadas rechazan a los que tienen una creencia diferente a la de ellos y dicen "no entiendo como es que pueden creer en eso" (¿porqué compran esa basura?) bueno, quizá las otras personas piensan exactamente lo mismo sobre ellos, pero si tomamos en cuenta que la religión ha sido un tema que históricamente ha generado un sin fin de enfrentamientos, distanciamientos y muertes será mejor dejarlo de lado, por lo menos por esta ocasión.

Sin embargo como lo pude comprobar afuera de esa tienda tan mencionada, no solo en la religión existen los dogmas de fe, la sociedad tiene sus dogmas de fe en casi todos los ámbitos, aunque muchas de las veces se explican como deseos, por ejemplo tenemos a la mujer joven que siempre ha "deseado" casarse con un hombre rico y poderoso que la lleve a conocer el mundo, el clásico cuento del príncipe azul es más que un deseo un dogma, esa mujer no solo desea que suceda esto, lo cree ciegamente, no tiene ni la menor de las dudas de que es cuestión de tiempo para que por su ventana entre volando un príncipe cargado por los pajarillos y se la lleve a vivir a su castillo donde serán felices para siempre, a él no le importará su sobrepeso, su falta de talento para cualquier cosa ni su flojera constante para realizar cualquier actividad, claro regularmente la realidad es completamente diferente. Tenemos también a ese hombre que "desea" ganarse la lotería y todos los días va y compra su boleto porque no tiene la menor duda de que algún día ganara el premio mayor y se olvidará de su vida de miseria para codearse con los ricos y famosos, es tal este dogma en muchos hombres que en una ocasión pude observar a un indigente que buscaba comida en un bote de basura abandonar sus actividades para entrar a un puesto de la Lotería Nacional y comprar su boleto; o que me dicen de los próximos papás que no tienen la menor duda de que su hijo/hija será quién cambie al mundo, será un atleta famoso, un artista o un exitoso empresario que realizara todos los sueños que ellos no pudieron hacer, muy altas expectativas para ese bebe que todavía no tiene ni parpados y ya conoce lo que es sentirse presionado y que después en su adolescencia resulta que es gay, no tiene trabajo y al parecer no cumplirá con esas expectativas de sus padres.
Indudablemente todas las personas que compraron ese día sus productos anunciados en la televisión se llevarán una terrible decepción, pero tal vez en el fondo ya lo sabían desde el momento en que decidieron hacer esa compra, es solo que no se puede luchar contra la programación y su impulso por tener ese cuerpo perfecto, pintar más fácil su casa, evitar la caída del cabello y tener una melena de león los lleva a olvidarse de toda lógica posible y creer ciegamente en algo que les ofrece esperanzas, en algo que promete resolverles la vida eso si, siempre realizando el mínimo esfuerzo.
Si te pones a pensar en donde tienes puesta tu fe (una vez mas repito, dejando de lado la religión) no tardaras mucho en darte cuenta de las cosas ridículas en las que creemos o esperamos ciegamente que sucedan, pero aún más importante, te darás cuenta de que esperas que sucedan mágicamente y no estas haciendo ningún esfuerzo por llevarlas a cabo. Creo (irónicamente) que los dogmas de fe son algo necesario para las personas que se ahogan dentro de los problemas que plantean día a día las ciudades como Urbania y no tengo la menor de las dudas (continuo con mis creencias) de que incluso los científicos más empíricos tienen sus dogmas de fe ante misterios sin explicación, pensando en una infinidad de cosas volví a mi departamento y desde mi ventana pude ver como asaltaban a una anciana en la acera de enfrente, me acuesto en mi cama, enciendo la radio y "deseo" que mañana este sea un mejor lugar para vivir. Nos vemos en la calle.


Agente 07
Con los ojos cerrados
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