miércoles, 21 de noviembre de 2012

fin del mundo


Despedida

Todo comenzó de la manera más simple o por lo menos es de lo que me pude enterar, irónicamente las miles de películas del cine estadounidense tuvieron el acierto de coincidir en que todo comenzaría en Nueva York, aunque si tomamos en cuenta que desde sus 3 aeropuertos despegan diariamente miles de vuelos hacia todos los rincones del mundo podemos imaginar que no fue tan complicado para el virus propagarse por todo el planeta en cuestión de días.
La serie de eventos que sucedieron ese día nos hace pensar que nuestro tiempo estaba contado, el hecho de que la cepa del virus que causó todo haya sido genéticamente alterado por el hombre le da un nuevo significado a la frase que reza "somos arquitectos de nuestro propio destino"
Las cajas de seguridad en las que transportaban al "aire asesino" como fue nombrado después por los siempre creativos medios de comunicación, eran transportadas con todas las medidas necesarias que marcaban los protocolos de seguridad nacional, el hangar privado estaba fuertemente vigilado, el personal portaba sus trajes de aislamiento y a su vez el edificio había sido blindado estaba incluso como última medida de seguridad el famoso botón rojo que al ser oprimido provocaría una explosión diseñada para alcanzar la temperatura exacta para garantizar que el virus no sobreviviera, todo estaba calculado para que no apareciera ningún problema, todo excepto lo que sucedió ese día.
Fue el día 11 de Febrero del 2013 a las 13:00 horas de la ciudad de Nueva York, justo cuando las cajas de seguridad pasaban bajo las pesadas vigas de acero que sostenían el peso de aquel hangar privado cuando sin previó aviso, como sucede de costumbre, hizo su aparición el temblor más fuerte registrado hasta la fecha en aquella parte del mundo 7,0 en la escala sismológica de magnitud de momento, además de provocar el pánico general de la población, varias estructuras de la emblemática ciudad se vinieron abajo, entre ellas para nuestro infortunio el hangar privado con todo su peso directamente sobre las cajas de seguridad. Ahora bien dichas cajas están diseñadas para soportar una enorme cantidad de peso, pero como ya lo mencione antes la cadena de hechos no coincidió con lo que normalmente estaba estipulado, con un prisionero tan pequeño como el "aire asesino" solo bastaba una milimétrica grieta en los distintos niveles de protección que le resguardaban, misma grieta que no pudo ser identificada por los encargados de transportar el virus ya que todos murieron en el acto.
La propagación entre los asustados empleados y usuarios que se encontraban en el Aeropuerto John F. Kennedy fue casi instantánea  nadie lo noto de momento ya que el virus como después se supo, tiene un periodo de incubación de 24 horas.
Toda la magnitud del terremoto no consiguió fracturar ni afectar la torre de control ni las pistas de aterrizaje y despegue, esto sumado a la ambición de las aerolíneas por despegar lo antes posible hicieron inútiles los esfuerzos por impedir la salida de vuelos una vez que se confirmo que el peligro había pasado, más aún porque las autoridades sanitarias no quisieron dar detalles de porque era necesario atrasar los vuelos y poner a todas las personas del Aeropuerto en cuarentena de 24 horas, el pánico y caos generados por el terremoto fueron la flama que encendió la mecha de la bomba sobre la que estábamos sentados.
Solo una semana después de aquel día el mundo ya era un desastre, el orden social cambió, el dinero y la economía desaparecieron, las leyes terminaron la humanidad mostró su verdadero rostro, las películas de Zombies que tan de moda estuvieron antes de que todo comenzara no se acercaban ni un poco a la realidad de lo que sucedió,  no es lo mismo enfrentarte a un come cerebros sin velocidad ni inteligencia que a un ser humano desesperado por conseguir comida, refugio o medicinas concentrado en ser el último sobreviviente sobre el planeta, toda relación, incluso las familiares se cortaron cuando se informo por los medios de comunicación que el virus se transmitía por el simple hecho de recibir el aliento de un infectado, el ser humano cambió su estatus de social a solitario la civilización terminó de la noche a la mañana nunca informaron que el aire, sustancia necesaria para nuestra supervivencia, era el portador real de la enfermedad no lo supieron hasta una semana después cuando fue revelado el secreto y la tragedia real que provoco aquel terremoto en la ciudad de Nueva York quedo en evidencia. La vacuna nunca se pudo desarrollar y millones murieron con la esperanza de que pronto llegaría a su país pero esta ocasión por lo que se, el virus no dio tiempo de reaccionar.
Los tanques  de oxigeno se convirtieron en los objetos más valiosos sobre el planeta y provocaron masacres nunca antes vistas, el tener uno aseguraba la posibilidad de salir de tu refugio aislado para poder buscar comida o agua sin riesgo de infectarte, no tardaron mucho en terminarse.
La última transmisión de noticias indicaba que en los 5 continentes la situación era similar, fue interrumpida por personas con mascarillas de oxigeno que despedazaron ante las cámaras al presentador, supongo que para robar sus reservas de víveres después de eso solo estática.
Hace ya 4 días que se me agoto la comida, 9 días desde que el último tanque de oxigeno se terminó y solo quedan 3 litros de agua en esta sala de cirugía aislada, he decidido que antes de morir de hambre o de sed como lo han hecho millones saldré por la mañana, disfrutare mi último día en la tierra como especie dominante y moriré de una manera espectacular, no seré una víctima más del virus supongo que es la única forma de ganar, espero que alguien lea esto en un futuro y se de una idea de los errores que cometimos  porque supondría que la raza humana pudo sobrevivir una vez más, aunque pensándolo bien quizá sea hora de que alguien mas gobierne este planeta. Nos vemos en la calle.


Agente 07
















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